Hoy nos escribe un compañero cofrade y músico que, en Semana Santa, vuelve a la ciudad de su familia, a la castellana villa de Ávila. Por Jorge Carretero Koch:
ÁVILA Y SU SEMANA SANTA
Ávila, la ciudad de los Caballeros.
Ávila, la Jerusalén de Occidente. Ávila y su muralla viven intensamente su
semana de Pasión. Una Semana Santa en la que se mezcla arte y devoción, lo
antiguo y lo nuevo. Una semana de dolor por la Pasión y Muerte de Jesús y de
alegría por la Resurrección del hijo de Dios.
Hablar de la Semana Santa abulense es
hablar de su historia, de su tradición, de su devoción. Devoción al ver a
Nuestro Padre Jesús Nazareno de Medinaceli en la noche de Martes Santo. O de
silencio en la madrugada de Jueves Santo cuando sale a la calle el Santísimo
Cristo de las Batallas, imagen que acompañaba a los Reyes Católicos en sus
guerras. Un silencio unido al roce de los pies de los anderos en el frío suelo,
a veces roto por el agónico sonido del cornetín o por el tintineo de las
esquilas.
Hablar de la Semana Santa abulense es
hablar también del multitudinario viacrucis alrededor de la muralla la
madrugada de Viernes Santo. Un viacrucis presidido por el Cristo de la Buena
Muerte o de los Ajusticiados. Un cristo con una espalda desgarrada por nuestros
pecados pero con una mirada que transmite perdón y paz.
En esta Semana de Pasión tampoco nos
podemos olvidar del Encuentro entre el Santísimo Cristo de la Ilusión y su
madre, Nuestra Señora de la Esperanza la noche de Lunes Santo; de la noble y majestuosa tarde de Martes Santo, cuando sale la Virgen de la Estrella y el Jesús Redentor ante Caifás. O la procesión
del Miserere en la madrugada de Miércoles Santo, una procesión en la que unos
cien penitentes, tres de ellos portando cadenas en sus tobillos, van andando
junto a María Magdalena hacia la ermita del Humilladero donde se canta el
Miserere, preludio de la muerte de Jesucristo.
Por último, cabe mencionar la procesión
general de Viernes Santo. Desfile solemne que aglutina a todas las cofradías,
en perfecta unión, acompañando al Santo Sepulcro y a la Virgen Dolorosa.
También procesiona el Santísimo Cristo de las
Murallas, símbolo de la Junta de Semana Santa de Ávila y del pueblo en
general.
Pero no sólo es esto, Ávila tiene mucho
más. Son catorce cofradías que anuncian la Pasión, Muerte y Resurrección de
Jesucristo. Catorce cofradías que han otorgado a Ávila el título de Interés
Turístico Internacional.
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