Como cada segundo domingo de noviembre, la Cofradía del Santísimo Cristo de la Agonía celebró la fiesta de su Virgen de la Piedad, este año con la especial intención de rogar por el fin de la Pandemia.
El pasado domingo 8 de noviembre la Basílica de la Asunción acogió los cultos que la Cofradía del Santísimo Cristo de la Agonía organiza en honor a su venerada imagen mariana: la Santísima Virgen de la Piedad. Desde las 10 de la mañana las puertas del templo permanecieron abiertas para que todo el que quisiera acudiera a venerar la impactante talla de José Capuz. Todo el día fue un continuo acudir de devotos que vinieron a rogarle por sus intenciones personales y en especial por las tristes y difíciles circunstancias que vivimos.
A las 19 horas comenzaba la solemne Eucaristía en honor a esta querida advocación del Viernes Santo Ciezano, oficiada por el párroco de la Basílica y consiliario de la Cofradía don José Antonio García López. Fue una emotiva misa, presidida por las enseñas de la Cofradía en la que se pidió por el fin de la Pandemia, por todos los difuntos que en este año han fallecido tanto por el Covid como por otras causas y en especial por los difuntos de la cofradía.
Terminada la celebración eucarística, las miradas de los asistentes, que llenaban todo el aforo permitido, se dirigieron a la capilla donde todo el año se veneran las imagenes de la Cofradía, la cual estaba especialmente engalanada con velas, flores y demás elementos para exaltar a la Madre de Dios bajo esta advocación de la Piedad. Allí, ante la soberbia y austera imagen, se realizó una bella plegaria, pidiendo de nuevo por el fin de la pandemia y rogando a María su intercesión. Terminaba el acto con el Responsorio de Difuntos y el canto del "Salve, Madre" mientras se incensaba a la Virgen de la Piedad.
REPORTAJE DE LOS CULTOS A "LA PIEDAD"
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