El pasado sábado 13 de marzo, los Hijos de María "entronizaron" a su titular en el Convento de San Joaquín, en un emotivo acto de Exaltación que vino a suplir su habitual Entronización y Traslado.
A las 20:30h del pasado sábado 13 de marzo, el Convento de San Joaquín bullía de actividad por los devotos, hermanos y cofrades en general que buscaban sitio para asistir al atípico acto de Exaltación a Nuestra Señora de Gracia y Esperanza que, en condiciones normales, hubiera sido entronizada en el Monasterio de las Clarisas para salir en traslado procesional en esta jornada del cuarto sábado de Cuaresma.
Con la nave del Convento en penumbra y tras una introducción musical, tomaba la palabra don Antonio Morales, directivo de la Real Cofradía de Nuestra Señora de Gracia y Esperanza y que fungió como maestro de ceremonias en este emotivo acto. Tras su discurso introductorio, se proyectó un video destinado a incentivar la Esperanza entre los cofrades y asistentes ante un segundo año sin procesiones en las calles.
Tras este video, los acordes de "Caridad del Guadalquivir", pieza con la que suele finalizar el traslado de la Virgen de Gracia, llenaron la oscura atmósfera del templo y, mientras se recitaba un poema, la imagen de Nuestra Señora de Gracia y Esperanza, ataviada de hebrea y portada a brazo por cuatro anderas, desfiló por la nave central del antiguo templo franciscano mientras los emocionados asistentes prendían sus velas para iluminar el camino de la Señora del Jueves Santo ciezano. Al llegar a los pies del Altar Mayor, la imagen fue entronizada en un altar efímero para tal fin preparado. Tras esta breve procesión claustral, se prendieron dos velas colocadas a los pies de la talla en memoria de todos los fallecidos durante la pandemia.
Como broche de oro, tomó la palabra el sacerdote ciezano y fundador de la cofradía don Ramón García Gómez, que dirigió un alentador discurso a los asistentes en el que, en su afán por ensalzar la devoción a la Virgen de Gracia, recordó los orígenes de la Cofradía e instó a la misma a buscar la Coronación Canónica para la imagen, que cumplirá en octubre de 2025 su cincuenta aniversario. Tras una oración a la imagen, se procedió a cerrar el acto con la veneración por parte de los asistentes a la imagen de Manuel Carrillo García.
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