Buenos días, queridos amigos de las redes. De nuevo estamos por aquí, trayendo un artículo de opinión sobre un temica que me toca sobremanera la moral. Asi que, allá vamos.
Unos días atrás, mirando el facebook como de costumbre, me crucé con una noticia de las muchas que la gente comparte en la afamada red social. El titular de esa noticia informaba de una nueva acción de Manuela Carmena. Queriendo enterarme un poco del asunto, abrí el enlace y leí el artículo. En él decía que la alcaldesa madrileña había cuadruplicado la asignación a la asociación LGTB para las fiestas de reivindicación de sus derechos. La razón que daba la señora para tal subida es que resulta ser un evento de interés cultural y muy educativo.
Tras unos instantes de perplejidad, no pude resistirme a compartir el artículo para hacer una crítica similar a la que ahora voy a hacer. Aunque por poco me comieran mis contactos de facebook por causa de nuestros distintos ideales.
La crítica que hice, y hago ahora, no tiene nada que ver con la homofobia ni con el "orgullo" tan siquiera (poco me importa a mi lo que hagan en esas fiestas que, personalmente, ni me van ni me vienen), sino con la igualdad que desde los nuevos partidos, en especial al que pertenece la señora alcaldesa, reclaman.
Si, hablo de igualdad, porque por mucho que la reclamen, lo único que dan a entender es que buscan poner lo suyo por encima de lo que no les gusta a este grupo político. Y da la casualidad de que eso que no pueden ni ver es parte fundamental de mi vida, como ya sabréis. La Semana Santa.
Poco me importa que les suba la asignación a estas asociaciones, es más, me parece perfecto, porque ellos también tienen derecho a organizar sus eventos igual que cualquier otra asociación. Lo que a mi me repatea, y debiera dolerle también a todos los defensores de la igualdad, es que esta señora favorezca estas asociaciones mientras denigra y margina a cualquier agrupación que tenga mínimamente que ver con la iglesia. (Ya lo demostró con la famosa cabalgata de reyes entre otras).
No me vengan estos políticos a hablarme de igualdad cuando suben subvenciones a sus protegidos y restan cada vez más ayudas a las cofradías, llegando la señora alcaldesa a cambiarle el nombre a la Semana de Pasión por la broma de "Semana de Festividades". Que aquí, como aquel que dice, o jugamos todos o vamos al río (por decirlo de forma suave).
Parece ser que una de las tradiciones más arraigadas de la cultura española, una que abarca tantas ramas del arte como son la escultura, pintura, bordado, música, etc., una que da de comer a muchísima gente y ayuda en obras de caridad más que cualquier otra organización, no es digna de interés cultural ni es educativa. Una tradición tan completa y compleja como esta que nos ocupa, que lleva perpetuándose durante siglos y siglos no es para esta nueva clase política más que otro carnaval.Cuatro pirados vestidos de forma extraña sacando un monigote a la calle. La gente que piensa así o bien tiene un problema, o bien le falta mucha educación en todos los sentidos.
No voy a extenderme en hablar de las maravillas de la semana santa, más que nada porque ya he escrito un par de veces sobre esto (QUÉ SIGNIFICA SEMANA SANTA y LA "POLÉMICA" DE SEMANA SANTA). Pero no me puedo quedar callado cuando cada vez estos actos contra la Semana Grande y las devociones de nuestras ciudades son cada vez más frecuentes.
No me estiro ya más, ya me conocéis, que yo me enrollo mas que un cura en una misa solemne. Solamente quiero terminar invitando a todos los que piensan como la señora alcaldesa de Madrid a que se acerquen a cualquier acto cofrade y vean cuánta gente acude a la llamada de la devoción y la tradición, si son cuatro gatos o si es una parte importante de la población. Sin ir más lejos y ya que estamos hablando de Madrid, que se acerquen a la basílica de Ntro. Padre Jesús de Medinacelli el primer viernes de marzo... si es que lo consiguen con la multitud que se arracima con el único fin de besarle los pies al señor de Madrid, el Cristo de Medinacelli.
Antonio Jesús Hernández Alba
Pd. No quiero que nadie se sienta ofendido con estas palabras, si así ha sido, pido sinceramente disculpas, sólo quería reivindicar que todos somos iguales y tenemos tanto derecho como cualquier otro a que lo nuestro sea tomado en consideración.
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