Redes Cofrades Cieza/Antonio Jesús Hernández Alba
Cumpliendo todas las medidas de prevención, los Hijos de María celebraron un año más el triduo a su titular el pasado fin de semana, pidiendole que nos de su Gracia más preciada: la Esperanza.
Desde el pasado viernes 18 de diciembre, festividad de la Virgen de la Espectación o Esperanza, Nuestra Señora de Gracia y Esperanza volvió a presidir el Altar Mayor del Convento de San Joaquín y San Pascual, como ya hiciera el pasado mes de octubre para la celebración de los Rosarios de la Aurora. Como en esa ocasión, la bella talla de Mauel Carrillo García vistió de luto riguroso en lugar del verde esperanza que suele lucir en estas fechas, en memoria de todos los que nos han dejado durante esta pandemia.
Durante los tres días del triduo, el párroco de San Joaquín, don Rafael Martínez Manda, ha presidido la celebración eucarística, rogando por el eterno descanso de los difuntos de la Real Cofradía que tiene por titular a la citada advocación de María. Cofrades y devotos no han faltado a su cita, completando el máximo aforo permitido del templo para estar un rato en oración ante su Madre, haciendo gala del sobrenombre que llevan como hermanos de la Cofradía: Hijos de María.
El domingo día 20, última jornada de tríduo, los cultos habrían concluido con la presentación de los Niños a la Virgen y el tradicional besamanos a la imagen. No obstante, a pesar de la inviabilidad de realizar este acto como se acostumbra, se llevaron a cabo manteniendo en todo momento las distancias de seguridad y cambiando el beso por una inclinación ante la efigie. Recemos a María para que, en próximos años, no nos veamos obligados a mantener las distancias ni con nuestros hermanos ni con Ella y que podamos volver un año más a celebrar la fiesta de la Esperanza bajo la tierna mirada de la Reina del Jueves Santo Ciezano.
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