El hecho de vivir lejos de Cieza me ha
llevado en varias ocasiones en los últimos años a hablar y escribir sobre cómo
vivo todos los actos cofrades desde la distancia. En esta ocasión también lo
haré, aunque de una forma diferente, reflexionando sobre mi situación personal
y en relación a todo lo que nos está tocando vivir.
Cuando comenzó la Cuaresma de 2020 yo
me encontraba de ERASMUS en Milán, el epicentro del coronavirus en Europa. El 7
de marzo anunciaron el cierre de la región de Lombardía y todos decidimos
volver a España, donde la situación no era para nada parecida a la que se
estaba empezando a dibujar en Italia. Ilusos de nosotros, pensamos que en un
par de semanas como mucho estaríamos de vuelta y que, más tarde, podría volver
a España para ir como cada año a Cieza en Semana Santa.
Como tantos otros, en ningún momento
pensé que pudieran llegar a peligrar las procesiones, incluso cuando se anunció
el primer confinamiento de dos semanas en España. Ya sabemos lo que finalmente
ocurrió: la cadena de suspensiones nos dejó a todos un poco desorientados e
incrédulos ante lo que estaba aconteciendo. No podíamos estar preparados para
algo así.
Sin embargo, el que no haya actos ni
procesiones no ha conseguido silenciar los grupos de WhatsApp cofrades, las
redes sociales ni los canales de YouTube; al contrario, están más activos que
nunca. Un poco a contrarreloj, la Junta de Hermandades, algunas cofradías y
Redes Cofrades trabajaron para preparar una programación audiovisual con el
objetivo de que no nos quedásemos de ninguna manera sin procesiones, aunque
fuese de forma virtual.
"La cadena de suspensiones nos dejó a todos un poco desorientados e incrédulos ante lo que estaba aconteciendo. No podíamos estar preparados para algo así"
Fue en ese momento cuando decidí, tras
mucho tiempo pensándolo, crear una cuenta de Instagram (@cosas.de.cofradias)
donde poder publicar todas esas fotos y vídeos que, al acabar la Semana Santa,
quedan almacenados; sin llegar a ver la luz en muchos casos. Esto me ha ayudado
durante todo el año, y sobre todo los últimos meses, a emplear todo el tiempo
que nos está robando la pandemia en generar y programar nuevos contenidos,
aportando así mi granito de arena a la difusión de la Semana Santa de Cieza.
Como veis, hasta ahora mi discurso no ha
variado demasiado (obviando la pandemia) al de los últimos años, donde
explicaba que mi relación con la gran mayoría de celebraciones realizadas fuera
de las fechas de Semana Santa se limitaba en gran medida a las redes. Este año
dicha relación no ha cambiado, y es que llevo sin pisar Cieza más de año y
medio (y lo que queda), por lo que lo único que me mantiene conectado con los
pocos actos que se pueden llevar a cabo siguen siendo las redes sociales.
Después de Semana Santa, hubo un
tiempo muerto inusual en años anteriores en cuanto a movimiento: solo se
publicaban algunas fotos esporádicas, no había actos… y, por si fuera poco, no
podía acercarme a rezarle a ninguna imagen por vivir en Madrid. En definitiva,
no había prácticamente nada a lo que agarrarse para desconectar en momentos
difíciles de añoranza o simple aburrimiento por la monotonía de la situación de
la pandemia en España.
En mi caso, el concurso de fotografía
de la JHP supuso una reactivación y un cambio de mentalidad en cuanto a la
ilusión por volver a esa rutina que todos los años había llevado a cabo por
esas fechas: preparar y editar las fotos que iba a presentar. Puede parecer
algo insignificante o banal, pero para mí fue muy importante para conseguir mantener
y no perder esas ganas de trabajar para la Semana Santa de Cieza, porque si por
algo nos caracterizamos los semanasanteros es por saber aguantar la
espera, sea un año, dos o los que haga falta.
"Cada uno de nosotros sacará de estos años de paréntesis en nuestra actividad cofrade una conclusión y un aprendizaje diferente. En mi caso está siendo el fortalecimiento de mi fe y de mis ganas crecer como persona, como cristiano y como cofrade"
Probablemente, cuando se publique este
artículo ya se haya anunciado si se va a realizar “algo” o no esta
Semana Santa para suplir a las procesiones, pero aun así aprovecho para animar
a las cofradías y a la Junta a realizar de vez en cuando algún pequeño acto, ya
sean tertulias por videoconferencia, entrevistas, algún concurso, publicar
contenido variado más a menudo... en definitiva ayudarnos a sobrellevar la
sequía de dos años sin la Semana Santa a la que estamos acostumbrados, algo que
para mí, reitero, ha sido fundamental.
En definitiva, cada uno de nosotros
sacará de estos años de paréntesis en nuestra actividad cofrade una conclusión
y un aprendizaje diferente. En mi caso, el resultado (a pesar de esos momentos
de pesimismo que a todos nos han invadido en alguna ocasión) está siendo y será
cada vez más el fortalecimiento de mi fe y de mis ganas crecer como persona,
como cristiano y como cofrade, para así podervivir con verdadera pasión la
Semana Santa de Cieza.
Para finalizar el artículo, solo me
queda desear a los lectores una buena Semana Santa 2021 con la seguridad de
que, sea cuando sea, todos nos volveremos a reunir en la Esquina del Convento
para ver salir a la Dolorosa.
Comentarios
Publicar un comentario