A pesar de todo, Cieza se postró ante el Medinaceli

Redes Cofrades Cieza/Antonio Jesús Hernández Alba

Fiel a su cita, el pueblo de Cieza acudió ante la imagen de Jesús de Medinaceli para su tradicional besapiés, sin besos y con distancias de seguridad, pero lleno de devoción, durante la jornada del primer viernes de marzo.

Como cada año, a las 8:30 horas las puertas del Convento de San Joaquín se abrían para acoger a los cientos de ciezanos que acudieron a venerar a Nuestro Padre Jesús de Medinaceli, que celebraba la tradicional jornada del primer viernes de marzo, su día grande. La imponente imagen de Palma Burgos esperaba a sus fieles en el lateral del altar mayor, vistiendo su túnica pintada y rodeado de velas y flores.

Durante todo el día, los fieles y devotos se acercaron hasta el antaño templo franciscano para participar de este día.  Fueron cientos los ciezanos de toda edad y condición que pasaron por la nave central de San Joaquín para postrarse ante Él y pedirle al Medinaceli las tres peticiones que marca la tradición, con el dolor de no poder venerarlo con un beso en sus pies, pero con la misma devoción de siempre, una devoción que se refleja en las miradas de niños y mayores que pasaron ante la talla del Nazareno del Convento.

Como es habitual, a las 19:30 horas, el templo se llenó hasta su máximo aforo permitido para la celebración de la Eucaristía y el posterior rezo del Via-Crucis ante el Medinaceli. Tras ambas liturgias, el templo permaneció abierto hasta prácticamente la hora del toque de queda, saliendo los últimos fieles rezagados a la Esquina del Convento pasadas ya las 21:30 horas; cerrandose así un nuevo primer viernes de marzo, atípico pero con el mismo sentir y devoción.


VENERACIÓN MEDINACELI 2021

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