Reflexión Dominical: Solemnidad de Jesucristo, Rey del Universo

Por Antonio Jesús Hernández Alba
Lectura del Santo Evangelio según San Juan (18,33b-37):

En aquel tiempo, dijo Pilato a Jesús: «¿Eres tú el rey de los judíos?»
Jesús le contestó: «¿Dices eso por tu cuenta o te lo han dicho otros de mí?»
Pilato replicó: «¿Acaso soy yo judío? Tu gente y los sumos sacerdotes te han entregado a mí; ¿qué has hecho?»
Jesús le contestó: «Mi reino no es de este mundo. Si mi reino fuera de este mundo, mi guardia habría luchado para que no cayera en manos de los judíos. Pero mi reino no es de aquí.»
Pilato le dijo: «Conque, ¿tú eres rey?»
Jesús le contestó: «Tú lo dices: soy rey. Yo para esto he nacido y para esto he venido al mundo; para ser testigo de la verdad. Todo el que es de la verdad escucha mi voz.»

Palabra del Señor

Incluso en sus últimos momentos, humillado, ultrajado, con la muerte más ignominiosa esperándole tras la puerta, Cristo nos enseña que no hay poder como el de Dios. Incluso a sabiendas de que Pilatos puede librarle de la muerte inminente, Jesús da una lección de humildad y de fe. 

Nada se iguala al poder de Dios. Ante él todo se transmuta, todo se da la vuelta. El que parecía poderoso se ve humillado y el humillado se ve elevado por encima de todo. Así ocurre en el propio Cristo, que siendo Rey, siendo el Hijo de Dios, se coloca por debajo de todos, como un siervo, llegando incluso a entregar su vida. Y de esa entrega se ha visto elevado sobre todos. Desde la Cruz nos llama a escuchar su verdad, que el que se humilla, será enaltecido. 

Por esto la iglesia nos regala este Evangelio hoy, último domingo del año liturgico. Hoy celebramos a Cristo que, habiendo sido maltratado, despreciado, humillado y crucificado, ha sido exaltado por Dios Padre como Rey de toda la Creación para enseñarnos que, quien escucha su voz, quien sigue su camino, quien se humilla y se hace siervo de todos, recibe a cambio el mayor bien, la Salvación.

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