El Calvario del directivo

Por Pablo Moreno Gómez

Una nueva Semana Santa llama a nuestra puerta. De nuevo el olor a torta, incienso y flor inunda nuestras calles y el redoble de los tambores se oye en cada rincón del casco histórico de nuestra villa de Cieza. Después del sabor agridulce que nos dejó la lluvia de la Semana Santa de 2019 y tras dos años de parón forzoso por la pandemia las procesiones vuelven a la calle y con ellas el esfuerzo laborioso de las juntas directivas que guían las 18 cofradías de nuestra Semana Santa y con la Junta de Hermandades a la cabeza.

Para todos nosotros la Semana Santa 2022 será diferente a las anteriores a la pandemia y, en mi caso particular, esto viene determinado porque la directiva de mi cofradía me ha permitido formar parte de esta y poder colaborar de una forma más activa.

Durante este tiempo que llevo de vivencia personal como directivo me he percatado de una cosa de la que anteriormente era consciente, pero de la que, ahora, no tengo el mínimo ápice de duda y es el gran trabajo que hacen las personas que conforman las directivas de toda nuestra Semana Santa ciezana.

"Son muchas horas del tiempo de los directivos que se gastan de forma desinteresada y con la mayor de las ilusiones para que todo salga en su sitio"

Es muy fácil llegar la semana del Viernes de Dolores, recoger la túnica del cuarto de hermandad y ponérmela para la procesión que me toque y salir. Sencillo es el opinar el año que llueve y la JHP cancela una procesión y decir que es que nos han dejado sin procesión, cuando los primeros que se fastidian sin ella son las personas que llevaban trabajando en la misma desde que esta se recogió el año anterior. Es más, incluso me atrevo a generalizar y decir que son unos “sacapanzas” que solo están ahí para lucirse mejor como comisario o como cabo de andas.

Hay que destacar que esas personas, antes de que lleguemos a recoger la túnica, han tenido decenas de reuniones hasta altas horas de la noche, a pesar de que algunos trabajen o estudien al día siguiente, para poder cuadrarlo todo, para poder dar la mayor de la dignidad a la cofradía y al desfile pasional, para poder dar cabida a todos aquellos que con ilusión se disponen a procesionar en las filas de la cofradía.

Son muchas horas del tiempo de los directivos que se gastan de forma desinteresada y con la mayor de las ilusiones para que todo salga en su sitio, para dar a la Semana Santa de Cieza esas peculiaridades y esos pequeños detalles que la hacen única.

Hoy quiero aprovechar estas líneas para dar las gracias a todos los que nos han precedido encabezando nuestra Semana de Pasión, gracias por su trabajo, por su entrega y por mantener las tradiciones que hacen únicas a nuestras procesiones.

No olvidemos que los que forman esa directiva son personas, que fallan. Es cierto que algunas cosas se pueden mejorar y hacer de forma diferente, pero igual que paramos a escribir esas cosas, demos también luz a esos detalles de detrás de cámaras que hacen que nuestra Semana Santa luzca como solo en Cieza sabemos.

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