Vivencias: Cieza, Lunes Santo...

Por Rubén Sánchez Santos

Amanece un nuevo día en Cieza, un nuevo día de Semana Santa. Hoy sera un día muy especial para la familia de la Hermandad de Santa Maria Magdalena y para mi, ya que esta noche las miradas estarán puestas en la Plaza del Ayuntamiento.

Desde muy temprano los hermanos de la Cofradía están despiertos, organizando la noche para que todo quede perfecto y no se les escape ningún detalle. Traemos el trono de nuestro Cristo de la Sangre a la Iglesia, lo limpiamos, le ponemos las varas y ponemos los cirios para dejarlo todo bien preparado. Cuando todos los detalles están terminados, viene lo más especial de la mañana, nos cargamos en nuestros hombro la imagen del Cristo y lo llevamos a la polea para poder subirlo al trono. Ese momento no puede expresarse con palabras. Ver las caras de todos los hermanos no tiene precio, apenas parpadeamos, el ansia de cogerlo es inmenso y el silencio que se forma cuando vamos caminando con el cargado es como cuando vamos caminando por el callejón de la Hoz. Son momentos que no cambiaría por nada en el mundo.


Cuando todo esta terminado, le damos paso a los floristas que nos decoren el monte y le den color a nuestro trono, es hora de irse a comer.

Llega un momento que también es muy especial: la comida de Lunes Santo, cuando ´´La Vara del Fraile`` nos volvemos a juntar, Yo, Edu, Manunu, Álvaro, Paco, Luis, Jorge, Iñaki, Pablo, Kike, Samuel, Antonio y Sergio, nos olvidamos de todos los temas, de los móviles y nos centramos en Semana Santa, en como ira la noche, en qué tiene preparado la Junta de Hermandades para el prendimiento, en qué nos parecieron las bandas y marchas en los traslados de Viernes y Sábado. Son momentos bonitos y que no cambiaría.

Llega la hora de ponerse la túnica, recoger a Iñaki, Manunu y Edu y caminar hacia la Iglesia donde nos esta esperando el Cristo para que todos pasemos una buena noche.

Cuando el redoble de los tambores salen por la iglesia y se asoma el trono por la puerta, la banda prepara la marcha, todos los años cambian las marcha pero me quedo con Crucifixus, mi marcha favorita, mi imagen favorita y mi día favorito, ya nada ni nadie puede estropear la noche.

Cuando la procesión esta llegando a su fin y nuestra última marcha ha acabado, antes de preparar el trono para atravesar el callejón de la Hoz, todos nos cogemos mas fuerte, cogemos aire y vamos caminando a pasos muy cortos para que nada salga mal.

La procesión llega a su fin, la banda prepara la marcha Mayor Dolor y nosotros nos preparamos para guardarlo en su capilla donde nos esperara el año que viene.

Agradecer a la Hermandad de Santa Maria Magdalena, al presidente Joaquín y a cada uno de mis amigos que hacen que esta procesión la viva con todos los sentimientos que tengo dentro de mi, solo me sale decir: ¡Viva la Semana Santa de Cieza!

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