Santísima Virgen de la Piedad

DATOS

Autor: José Capuz Mamano
Año: 1943
Trono: José Capuz Mamano (1943)
Lugar de Culto: Basílica de Ntra. Sra. de la Asunción
Cofradía:

 

Cofradía del Santísimo Cristo de la Agonía

PROCESIONES

Procesión del Santo Entierro

MÚSICA

• Virgen de la Piedad - Marcha de Procesión - José Antonio Molero Luque (2009)
• Lágrimas de Piedad - Marcha de Procesión - Joaquín Yelo Fernández (2018)
• Madre Piadosa - Canto Litúrgico - Javier Morote Martínez (2021)
  

RESEÑA HISTÓRICA

La Santísima Virgen de la Piedad, obra de José Capuz Mamano, llega a Cieza en 1943 encargada por la familia Guirao. En ese momento, la familia se pone en contacto con las cofradías para ofrecerles el paso para las procesiones de Semana Santa. Es la cofradía del Cristo de la Agonía la que recoge ese llamamiento y la incluye en la Procesión del Silencio. La Piedad solo desfila un año en esa procesión debido a la poca acogida que tuvo y la opinión de que no entraba dentro del concepto de esa procesión, pasando definitivamente a desfilar en la procesión del Santo Entierro. Años después, la familia donará la imagen a la Cofradía. Durante varios años, la Piedad se veneró en un altar propio en el Convento de San Joaquín, siendo trasladada a finales de los 70 a la Basílica de la Asunción, donde hoy día se venera.

La imagen representa a María sentada a los pies de la Cruz con el cuerpo de su Hijo sobre sus rodillas. Según cuentan, el escultor se fijó en el rostro de dolor de una gitana a cuyo hijo acaba de atropellar un coche para realizar la sentida expresión de la Virgen. La talla se aleja completamente de los rasgos y características del barroco, algo muy propio del artista, el cual conseguía conjugar magníficamente modernidad con espiritualidad. María está vestida con ropajes típicamente medievales, con un vestido y una capa con capucha, la cual se le cae levemente hacia atrás, dejando ver sus cabellos. Como único adorno, lleva un sencillo aro plateado, para reflejar la santidad y realeza de María pero sin restar atención al espectador de su rostro. Desfila sobre un trono realizado en madera y plata en Cieza, siguiendo el diseño del propio José Capuz.