A pesar de la amenaza de lluvias y las condiciones atmosféricas, la Cofradía de Ánimas salió a las calles de su barrio para celebrar la Procesión de Promesas, la primera procesión como tal pos-covid en Cieza.
A las 18 horas, y con la iglesia de San José Obrero llena de fieles, comenzaba la Eucaristía con la que la Cofradía de Ánimas cierra sus cultos anuales en honor de su titular. La imponente imagen que tallara Hernández Navarro se encontraba ya preparada en sus andas, orlada por velas, con todo dispuesto para salir en procesión. La celebración fue presidida por el párroco de San José Obrero, don Emmanuel Bezerra.
Hacia las 19 horas, concluida la Misa, la Cruz Guía de la Cofradía se asomaba a la Avenida de Abarán, donde el público expectante aguardaba la salida de la Procesión de Promesas, la primera procesión oficial desde el estallido de la Pandemia. Con la imagen de Jesús Abriendo las Puertas de los Infiernos bajo el dintel, con la banda preparada y todo dispuesto, todos los asistentes miraban con temor al cielo del cual comenzaban a caer de nuevo gotas de lluvia.
Con unos instantes de impass para deliberar, la Cofradía decidió salir a la calle, acortando el recorrido previsto a fin de poder capear el temporal. Así, arropado por su barrio y su cofradía, y contra todo pronóstico, el Cristo de Ánimas salió a la calle a los sones de su propia marcha, obra del ciezano don Javier Cano, director a su vez de la Asociación Musical Tal y Cual de Cieza, la cual acompañó como es habitual a la procesión.
En apenas 45 minutos completaba el recorrido reducido, una breve salida en comparación con lo previsto, pero no menos significativa y emotiva, dando la oportunidad a todo el que quiso de portar sobre sus hombros la imagen. Con este desfile se cierran las salidas procesionales en Cieza hasta, Dios mediante, el próximo mes de marzo.
REPORTAJE DE LA PROCESIÓN DE PROMESAS 2021
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