San Bartolomé

DATOS
Autor: Manuel Carrillo García y Manuel Juan Carrillo Marco
Año: 1940
Trono: Manuel Juan Carrillo Marco (1954)
Lugar de Culto: Ermita de San Bartolomé
Cofradía:
 https://www.redescofradescieza.es/p/san-bartolome.html
PROCESIONES
https://www.redescofradescieza.es/p/traslado-san-bartolome.html

MÚSICA
  • Himno de San Bartolomé - Pasodoble ciezano - José Gómez Villa (1998)
RESEÑA HISTÓRICA
La llegada de la devoción a San Bartolomé a Cieza es incierta, no pudiendo esclarecerse si se debe a la repoblación de Murcia impulsada por Alfonso X, a la supuesta vinculación con la Orden de Santiago o sencillamente a las fechas, siendo la fiesta de San Bartolomé un momento idóneo para celebrar fiesta por estar en un momento de descanso del trabajo agrícola, además de las facultades del Santo contra rayos, tormentas y tempestades. Lo que sí está claro es que su nombramiento como patrón llega en un tiempo en que la zona fue azotada por varias epidemias. Así, en 1537, el concejo de la villa proclama al Glorioso Apóstol San Bartolomé Patrón de Cieza, siendo este siglo XVI el apogeo de su devoción, la cual irá decayendo a lo largo de los siglos. En parte esto irá ligado al desarrollo de la localidad. Hasta principios del siglo XVII, la actual ermita será la iglesia parroquial del pequeño núcleo urbano. Los albores del nuevo siglo traerán la construcción de la Iglesia de Santa María, además de la aparición de Convento de San Joaquín y la Ermita del Calvario.
A finales de este siglo, en 1695, se clausura la parroquial por su estado ruinoso y se comienza la construcción de la actual Iglesia de la Asunción, donde se proyecta la construcción de una capilla dedicada al Santo. En 1714, ya estando cerca la finalización de las obras de la nueva iglesia, se proyecta la reforma de la ermita, quedando custodiada a partir de entonces la imagen en la recién reformada iglesia, volviendo sólo al conjuratorio de la ermita entre el 25 de abril y el 15 de agosto. De esta forma, a finales del siglo, el santo habría perdido ya gran parte de su devoción al residir en la parroquia y no en su propia ermita, donde los devotos tenían la posibilidad de venerarlo más cómodamente. De hecho hay constancia de que en 1790 se coloca en el altar de la ermita una imagen de San Pedro (Patrón del clero local), siendo trasladado todo el patrimonio de San Bartolomé a la parroquial. Finalmente, en el siglo XIX, el Santo se asentará definitivamente en su ermita. No obstante, su devoción quedará gravemente mermada ante el auge de la devoción al Santo Cristo del Consuelo.
La primitiva imagen data de los últimos estertores del periodo gótico, dando ya muestras del clásico plateresco. Representaba al Santo de pie, vestido con túnica y capa pluvial. Era una imagen de talla completa, con el libro, el cuchillo y la palma (atributos de San Bartolomé) en las manos y pisando a un diablo. La imagen reflejaba un cierto movimiento conseguido con un contraposto al avanzar con la derecha mientras el pie izquierdo pisaba al diablo. Esta iconografía la mantendrá Manuel Juan Carrillo cuando la reconstruya a partir de la primitiva cabeza en 1943, aunque sin ese movimiento que caracterizaba a la desaparecida.

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